Es un espacio destinado al encuentro entre Arte e Industria. Se centra en la relación del escultor Eduardo Chillida con el ámbito industrial y en particular con la gran forja de Patricio Echeverría de Legazpi, así como posteriormente con Sidenor en Reinosa. La antigua papelera Patricio Elorza de principios del siglo XX es el continente que nos permite ofrecer un recorrido, mediante fotografía, vídeo, proyecciones y recursos interactivos sobre los universos creativos de Chillida, y a su vez, adentrarnos en la realidad de una fábrica.
La actuación sobre la nave se limita, mediante una sencilla operación, a adaptar la espacialidad de la nave a los distintos medios de expresión que tendrá el discurso museístico. El resto de acciones van encaminadas solamente a la adecuación de las instalaciones y servicios sin tratar de "embellecer" un entorno, que ya nos habla por sí solo, del tipo de espacio que acogía la actividad artística de Eduardo Chillida.
La planta baja del edificio está dedicada precisamente a la faceta más industrial del artista, desarrollada en buena parte en Legazpi y cuyo resultado podemos contemplar en plazas y calles de las principales ciudades del mundo, como Washington, París o Berlín.
En Chillida Lantoki tampoco podían faltar las máquinas que sacaron a flote sus imponentes esculturas de acero como la prensa de 100.000 kilos, la cuchara de 16 toneladas, el martillo de seis metros de alto o el manipulador.
